El Servicio de Información del Nordeste de España (SIFNE) fue un servicio de espionaje creado durante la Guerra civil española en la zona sublevada.[1] Se creó en agosto de 1936 por indicación del general Emilio Mola y del Conde de los Andes, a través de las influencias y contactos que tenía José Quiñones de León, embajador de París, y otras personalidades provenientes de la aristocracia y la derecha conservadora catalana.[2] La dirección de este servicio recayó en José Bertrán y Musitu, abogado de Alfonso XIII. Su ámbito de operaciones se desarrolló principalmente en Francia con el fin de controlar la actividad de los republicanos en este país y la llegada del material bélico que llegaba o partía de los puertos franceses (como Marsella).[3] El SIFNE también mantuvo relación con algunos de los grupos quintacolumnistas de Cataluña, Madrid o Valencia.[4] Su sede principal se encontraba en el Grand Hotel de Biarritz. El SIFNE estableció una importante red de espionaje en Barcelona y Cataluña,[5] a la que pertenecía al parecer el empresario José María Bultó.[6]
Desapareció en febrero de 1938, cuando fue absorbido, por orden del Cuartel General del Generalísimo, en el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) dirigido por José Ungría debido a los problemas económicos de la organización, la persecución de las fuerzas de seguridad francesas y la centralización de las instituciones sublevadas.[3]
Referencias
Enlaces externos
- Los Servicios secretos en España, Capítulo II




